¿Alguna vez has sentido que ya tenías una maestría en algo, que ya desarrollaste la habilidad que necesitabas y que estabas lista para la siguiente etapa; pero, al cabo de un tiempo, de la nada, pasó algo que te hizo dudar?
Bueno pues, este algo que llega de la nada con el disfraz de una terrible avalancha, son lecciones del Universo para mostrarte si has aprendido una lección; y, estás lista para pasar al siguiente nivel.
Mi experiencia en la clínica
Ahora último, me he estado sintiendo super bien con mi vida: motivada, contenta, agradecida, entusiasta, etc. Pero, hace unos días, pasó algo que en otras ocasiones me hubiera desmoronado. Te cuento…
El jueves por la noche, después de cenar, de la nada, me vino un fuerte dolor de barriga que fue empeorando hasta que a las 5am no pude más y le dije a mi esposo: “llévame a la clínica”.
Al llegar, me hicieron algunos exámenes (gracias a Dios no tenía nada) y me inyectaron algo para el dolor.
Ese día, tenía una cita en la peluquería y me moría de pena de cancelarla porque sentía que les estaba quitando la oportunidad de atender a alguien más.
Así que decidí ir, pero fue un gran error. Durante mi cita de 4 horas, comenzó a aumentar mi dolor; y cuando llegué a mi casa, estaba media afiebrada, muerta de náuseas y me sentía peor.
En resumen, esa noche, el dolor se disparó y volví a emergencias para que me inyectaran otras cosas que me hagan sentir mejor. Mi sistema digestivo estaba completamente inflamado.
La conversación que tuve con el Universo
Al día siguiente, ya menos anestesiada por el gravol a la vena, pero todavía con mucho miedo, viviendo la experiencia conectada con mi niña interior; tuve una conversación muy seria con el Universo y le dije:
“¿En verdad Universo? ¿En verdad? ¿Justo cuando acabo de hacer un instagram life sobre la fórmula para amar tu vida, me pasa esto?”
Y seguí: “Porqué no es la primera vez que me pasa que cuando me propongo hablar de algo, me mandas una super prueba que pone en duda lo segura que me siento”
………Y de pronto……. Surgió una poderosa voz dentro mí que vino a hacerse cargo del asunto: era la voz de mi Ser Superior.
Ser Superior: “¿Fiore recuerdas que las chicas que llevan procesos de coaching contigo pasan por lo mismo? ¿Recuerdas cómo comienzan a sentirse que ya han superado una prueba; y de pronto, pasa algo que pone en duda el progreso?… ¿Qué les dices cuando pasa esto?”
Mi niña interior: “Que son las pruebas que el Universo nos envía para darnos cuenta si ya aprendimos la lección.”
Ser Superior: ¿Y tú sigues amando tu vida a pesar de no sentirte bien y estar con dolor?
————-
Esa pregunta, generó un breve silencio e hizo que vea esta prueba desde otra perspectiva. Así, mi niña interior, soltó el mando y se lo entregó a mi mujer adulta y conectada con su sabiduría interior. Desde ese lugar, respondí:
“Por supuesto que sí ¡esto no cambia nada! No voy a permitir que este pequeño quiebre me defina. Todo lo contrario; yo defino a este pequeño quiebre.”
En esos momentos, me sentí super orgullosa de todo el trabajo que he venido realizando y seguiré haciéndolo hasta que acaben mis días aquí en la tierra.
Lección del Universo aprendida
Esta experiencia hizo que me diera cuenta que es posible seguir amando tu vida, incluso en los momentos más difíciles; y sentirte agradecida por lo que el Universo te da.
Porque, te lo aseguro, que tan solo un año atrás, si me hubiera pasado lo mismo, hubiera caído en pensamientos como: “porque mi cuerpo es tan débil”, “porque siempre me traiciona” “porque mi salud siempre tiene que ser un issue”, “por qué si ya me sentía tan bien, tuvo que pasar esto”.
Y, ahora, nada de nada. Ni rastros de esos pensamientos. Sin embargo, sí me he preguntado (y es válido) qué hizo que recaiga cuando me sentía tan bien…
Una de mis opciones: es que la segunda dosis de la vacuna para el covid activó mi sistema inmunológico (que de por sí ya es hiper-activo) y elevó la histamina en mi cuerpo; por lo tanto, mi inflamación (justo estoy en proceso de sanar mi intolerancia a la histamina).
La segunda y de la cuál me puedo hacer cargo ahora, es priorizar mi auto-cuidado: Me he estado exigiendo demasiado. Presionándome a cumplir con fechas, a hacer trabajos operativos que no domino, a trabajar más de la cuenta; y como resultado, elevé mi nivel de estrés.
La tercera, las dos anteriores.
Dicho esto, como un gran acto de amor propio, me he prometido respetar mi human design (si quieres conocer algunos datos del tuyo, puedes llevar una sesión conmigo) y dejar de presionarme para seguir trabajando cuando ya no tengo energía. Al ser projector, no tengo tanta energía para producir como otros y elijo respetarlo.
Porque la verdad, conocer cómo funciona tu energía es CLAVE para fluir con el proceso de la vida… Pero, ya será motivo para contártelo en un próximo blog.
Me encantaría escucharte
¿Has tenido lecciones camufladas en pruebas dolorosas? ¿Qué aprendiste después de esas experiencias? Cuéntanos en los comentarios que feliz te responderé por aquí.
Antes de irte, aprovecha en registrarte en mí circulo cercano (es gratis) y recibe (de regalo) una guía con 5 simples ejercicios espirituales para aumentar tu confianza.
Nos vemos pronto.
Fiore